Industriales viven en la incertidumbre por la desaparición de la Súper de Hidrocarburos

Durante el foro “Situación Actual y Perspectivas del Sector Hidrocarburos en Bolivia” que se realizó este miércoles, el presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Daniel Sánchez, expresó su preocupación por la incertidumbre que existe en su sector ante la inminente desaparición de la Superintendencia de Hidrocarburos como mecanismo regulatorio.

El gobierno dispuso que en los próximos la entidad regulatoria será reemplazada por la Agencia Plurinacional de Hidrocarburos en el marco de la aplicación de la nueva Constitución Política del Estado y cuyas competencias aún no fueron determinadas.

“Estamos a pocos días de que entre en vigencia el Decreto Supremo que suprime las Superintendencias Sectoriales, y hasta ahora no conocemos si existirá otro esquema regulatorio, ni como funcionará en adelante el sector energético del país. La industria depende de la disponibilidad y continuidad de la energía, por ello nos preocupa que en las perspectivas del sector no tengamos claridad sobre su institucionalidad, y las reglas que rijan al sector energético en general”.

El Presidente de la CNI, manifestó también su preocupación por la falta de inversión en hidrocarburos, la falta de previsión y una deficiente articulación de logística en la cadena de suministro de combustibles líquidos.

Esto debido a que para el sector industrial es de vital importancia contar con una buena coordinación como factor de éxito del proceso productivo en sí, más aún, tomando en cuenta que en casos de contingencia, el sector industrial es el principal afectado cuando la cadena de suministro de hidrocarburos falla.

Dijo que durante el último año se registraron problemas de desabastecimiento de gasolina, diesel y GLP en todo el país, sumado a esto hace cuatro años que el Occidente sufre una falta de provisión de gas natural debido a que todavía no se concluyó el Gasoducto Carrasco-Cochabamba (GCC) para proveer de este energético a los departamentos de La Paz, Oruro y Cochabamba.

Al respecto, Sánchez expresó su temor porque el financiamiento para este importante proyecto aún no está definido. “Debido a la aún limitada capacidad de transporte de gas natural hacia el departamento de La Paz, todas las caídas de presión que ocurren en el Gasoducto al Altiplano son equilibradas mediante la reducción directa del flujo de gas, siempre a las mismas 35 empresas del sector industrial”.

A todo ello se suma la caída del precio de exportación de hidrocarburos, que redundará en menores ingresos para el Tesoro General de la Nación (TGN), los municipios y prefecturas, y, por tanto, en una reducción de la inversión pública, concluyó.